Otra vez mi amor, otra vez estamos aquí...
De nuevo me revelo y es qué esto no puede estar pasando, pero pasa, me pasa.
Ahora sé, aunque lo he sabido siempre, que por mucho tiempo que pase no quiero estar sin ti; no sé hacerlo.
Te añoro tanto que me duele y todas las noches durante el sueño, sueño que sueño despertar contigo.
Que largo se hace vivir sin ti y aunque vamos juntos y de la mano: te busco, te encuentro y después te pierdo... Te entretienes, al ritmo de Serrat, con una niña que va en bicicleta... Más tarde la siesta y de fondo, una de vaqueros en la 13... Me haces reír y es qué eres único!
Me llena de un inmenso orgullo el tenerte en mi vida: ¡no lo pudimos hacer mejor! Ha sido todo un placer, amor mío.
En mi retina guardo, fotograma a fotograma, nuestra historia de amor. Está viva porque la hacemos vivir cada día. ¡Cuánto amor, mi amor!
No importa vida mía, seguiremos así: dame la mano y abrázame.